El quebrantamiento de la servidumbre del interés nos da la posibilidad de abolir todos los impuestos directos o indirectos. Oídlo, hombres creadores de valores de todos los países, de todos los estados y continentes: todos los recursos estatales que provienen de fuentes directas e indirectas van a parar íntegramente a los bolsillos del gran capital prestamista. Las rentas de todas las empresas estatales que producen utilidades, como el correo, el telégrafo, el ferrocarril, las minas, los bosques, etc., alcanzan completamente para poder costear todos los necesarios objetivos estatales en las áreas de educación, cultura, justicia, administración publica, previsión social, etc.